Murió Sudán
En los pasados meses se dio a conocer la triste noticia del fallecimiento del último rinoceronte blanco del norte que quedaba en el planeta (Sudán), dejando a las dos últimas sobrevivientes de su misma especie; su hija y su nieta.
Sudán, de 45 años, sufrió una infección en su pata derecha que le impedía ponerse de pie. El personal de la reserva Ol Pejeta junto con un veterinario del zoológico Dvur Králové y el Servicio de Conservación de la Fauna Keniana (KWS), decidieron someter al rinoceronte a una eutanasia para evitarle más sufrimiento.
Su edad equivalía a 90 años de los seres humanos. Además de la infección, Sudán estaba siendo tratado por alteraciones degenerativas en sus músculos y huesos, sumado a amplias heridas en la piel.
La cacería furtiva dio pie a que esta especie se extinguiera, en el mercado asiático ofrecían cantidades superiores a las de el oro por los cuernos del rinoceronte.
Por la edad que tenía Sudán, le era imposible aparearse con las féminas de su misma especie, así que se guardó el semen de Sudán para intentar inseminar con él a su propia descendencia. Al ser un método que no ha sido probado en estos animales puede que tarde hasta 10 años en funcionar. Como última opción se podría intentar que las dos hembras restantes sean inseminadas con semen procedente de machos de rinoceronte blanco del sur.
Sin duda, la muerte del último rinoceronte es alarmante porque nos hace ver como estamos acabando con las especies que habitan en nuestro planeta.
Por Camila Gutiérrez