MI EXPERIENCIA EN EL INSTITUTO TEPEYAC

Es muy normal que a todo mundo le den miedo los cambios, esto se debe principalmente a que no hay ser humano que no le tema a lo desconocido, unos de ellos es al futuro.

Debido al trabajo de mis padres tuvimos que cambiarnos de residencia a Guadalajara. Antes había vivido en estados como Sonora, Tabasco, Puebla, Veracruz, entre otros. También ya había conocido muchos lugares, ya había estado en muchas escuelas y ya había conocido a una gran variedad de personas que se convirtieron en seres muy importantes para mi.

Pero así como todo pasa, llega un momento en el que tu vida da un giro de 360 grados y todo cambia tan drásticamente que a veces no eres capaz de seguir y aceptar el cambio. Esta insatisfacción trae consigo graves consecuencias, una de ellas: la depresión, como fue en mi caso.

Cuando entré al Instituto Tepeyac, más que los maestros o la dedicación que debía poner durante mi último año de bachillerato; me preocupaba el ambiente. ¿Y sí me quedo sola?, ¿y sí no hago amigos?, ¿qué tal si el ambiente es muy pesado en el salon? Solía hacerme preguntas de ese tipo las cuales llegan a un punto de fastidiarme y  generarme un cierto nivel de estrés que me impedía disfrutar y ver las cosas como realmente son.

Mi primer día fue muchísimo mejor de lo que imaginé; rápidamente mi salón me incluyó, unas chicas (quiénes ahora ya son de mis amigas más cercanas) me invitaron a desayunar con ellas y así de rápido congeniamos tanto en gustos como opiniones. Mientras que en el salón; maestros y compañeros,  me hacían las típicas preguntas de cuando eres nuevo: ¿de qué escuela vienes?, ¿qué te gusta?, ¿ cómo te llamas? y ¿por qué te cambiaste?

Sí, ser “El Nuevo” no es una experiencia del todo agradable y menos sino te gusta ser siempre el centro de atención. Pero al ser “el Nuevo”, tú debes intentar de adaptarte al nuevo ambiente y evitar sugestionarte con ideas negativas. Ellos son tus compañeros, al ser “el Nuevo” eres la novedad y todos quieren saber mas de ti. Lo que es bueno, ya que significa que están interesados en conocerte.

Como decía, no es un experiencia del todo agradable al principio, pero también tiene sus ventajas porque al ser un nuevo lugar, es una nueva oportunidad.

Sinceramente, después de casi 3 meses no me puedo quejar de este colegio.  Me han tratado como parte de su familia tanto los maestros, como mis compañeros y mis amigos. Es una experiencia muy padre formar parte de un Instituto como este, y más si el ambiente es amistoso y cordial. Me reconforta mucho saber que sea donde sea o a la hora que sea siempre voy a contar con el apoyo de mi segunda familia Tepeyac.

Ma. Fernanda Torres