Pirotecnia, daño inminente hacia los animales
La pirotecnia consiste en la fabricación y utilización de fuegos artificiales o materiales explosivos, sus reacciones producen chispas, llamas y humos. El empleo de estos con fines recreativos, causa diversos daños en los animales. Estos afectan de forma visible a nuestras mascotas, sin olvidar que también dañan a los demás animales que se encuentran a nuestro alrededor, tanto en entornos urbanos como fuera de ellos.
Daños físicos a los aparatos auditivos de los animales
El oído de muchos animales es más sensible que el del humano, por lo que las explosiones de fuegos artificiales no solo les resultan perturbadoras, sino que les pueden dañar gravemente su capacidad auditiva, los fuegos artificiales emiten sonidos de hasta 190 decibelios. Los petardos generan un nivel de ruido más alto que el de los disparos (140 decibelios), y que el de algunos aviones de reacción (100 decibelios).
Los ruidos causados por la pirotecnia pueden provocar una pérdida de audición y tinnitus (oír ruidos que no corresponden con ningún sonido externo). Además de estos daños, la pirotecnia les genera miedo, este llega a ocasionar fobias en muchos animales. Los ruidos causados por la pirotecnia pueden llegar a generar fobias en los animales, al aumentar las reacciones de pánico a los ruidos fuertes con la exposición repetida a estos.
La quinta parte de desapariciones de mascotas se deben a sonidos muy fuertes, principalmente fuegos artificiales y tormentas.
En los Zoológicos podemos observar claramente los efectos de la pirotecnia en los animales pues el ruido de la pirotecnia pone en estado muy nervioso a animales como los rinocerontes o los guepardos, afectando también de forma visible a otros como los elefantes, mientras que animales roedores continúan corriendo minutos después de que los ruidos cesan.
Los petardos son venenosos, su explosión libera partículas nocivas, pudiendo empeorar enfermedades existentes y ocasionar otras. Por tanto, los fuegos artificiales representan un peligro para los animales que viven en las áreas donde se explosionan, o en ubicaciones relativamente alejadas cuando el viento transporta las partículas a la suficiente distancia. La proximidad de los animales a las zonas en que se elaboran los petardos les causa en muchas ocasiones quemaduras significativas y daños en los ojos.
En la actualidad crece la aceptación a alternativas a la pirotecnia, como los espectáculos de luz láser. Un caso notable es el de la ciudad de Collechio (Italia), una de las primeras en programar fuegos artificiales silenciosos, con el mensaje consistorial de que es posible disfrutar de la pirotecnia sin tener que provocar el pánico entre los animales. Aunque existe la posibilidad de que este tipo de espectáculos puedan afectar a aves.
La pirotecnia tiene un efecto sonoro muy extenso y los animales con los que conviven los seres humanos no son los únicos perjudicados, también se ven afectados aquellos que viven en la calle. Hay que tener en cuenta a todos los animales que viven fuera del control humano, en el mundo salvaje o en entornos urbanos, los que se encuentran en granjas y otros centros de explotación. Por todos estos motivos la única solución satisfactoria para preservar la salud animal es rechazar el uso de pirotecnia.
Por Rita Gómez