¿Plástico o papel?
Actualmente estamos teniendo problemas severos por la contaminación que hemos ido generando por el uso excesivo de plásticos a través de los años. Esto ha provocado que busquemos otras alternativas para suplir el uso de bolsas en medida de lo posible ya que es una de los “productos” que más usamos sin darnos cuenta.
En el informe “La bolsa de papel, el libro verde” que aparece en la página web del Gobierno de España, indica que el 93% de los consumidores encuestados considera las bolsas de papel una opción más ecológica que las de plástico.
En este mismo informe dice que las bolsas de papel “actúan a favor de un mundo más sostenible», y que contribuyen de forma natural a frenar el cambio climático. También afirman que “la bolsa de papel es siempre la mejor elección”.
¿Realmente las bolsas de papel son la mejor opción que tenemos?
Vivirsinplastico.com se tomó la tarea de analizar las 5 fases por las cuales pasan las bolsas para ver qué ocurre con ellas y cuál es la mejor opción.
La primera fase es la extracción, para producir bolsas de papel necesitamos árboles y para las de plástico, petróleo, esto cambia con las bolsas de plástico biodegradable, que se producen a partir de productos alimenticios, pero al mismo tiempo puede ser un inconveniente porque nuestro planeta está sobre explotado como para dedicar cultivos para producir plástico de usar y tirar. El petróleo es un recurso finito, mientras los alimentos con los que se produce el bioplástico y la madera son recursos renovables. En mi opinión, en esta fase, ganan las bolsas de papel o las bolsas de plástico biodegradable.
La segunda fase es la de producción, la mayoría de las bolsas de papel se producen calentando la madera a altas temperaturas con una mezcla de químicos, lo que genera tóxicos que contaminan el aire y el agua. el proceso de producción de las bolsas de papel contamina el aire un 70% y el agua un 50% más que las de plástico. Además, para hacer las bolsas de papel se utiliza tres veces más agua de la que se requiere para hacer bolsas de plástico. Definitivamente en este punto, las bolsas de papel ya no parecen ser tan buena opción.
La tercera fase es la distribución, las bolsas de papel son mucho más pesadas y más grandes que las bolsas de plástico y esto puede ser un problema a la hora de distribuirlas porque se gasta mayor cantidad de combustible. En esta fase, vuelven a ganar las bolsas de plástico.
Consumo, las bolsas de plástico tienden a durar más que las bolsas de papel, si se llega a mojar la bolsa de papel, se tira todo lo que trae, en cambio, las bolsas de plástico tienen mayor durabilidad. Vuelve a ganar la bolsa de plástico.
Como última fase tenemos el deshecho, una vez que ya les dimos buen uso a las dos bolsas, las dos se pueden reciclar. Reciclar el plástico es difícil y además se suelen obtener productos de menos calidad. El papel, dependiendo de su estado, se puede reciclar de 4 a 7 veces. Poco a poco va perdiendo su consistencia por lo que hay que mezclarlo con nueva pasta procedente de la madera. Aquí las dos bolsas quedan en un punto intermedio.
En mi opinión, debemos de eliminar el uso de las dos bolsas en su totalidad, también existen bolsas de tela pero el impacto ecológico que deja tampoco es tan positivo como creemos pero definitivamente es la mejor opción que nos queda.
Por Camila Gutiérrez