Musas de la danza. Orgullo Tepeyac.

Hace unos días participé en un concurso de danza llamado “Musas de
la Danza” que se realizó en La Paz, Baja california. En él participaron
alrededor de 200 bailarines en las tres diferentes bloques: Ballet, Jazz
y Contemporáneo.

Cuando tenía 3 años y entre a la escuela, mi mama y papá trabajaban
por lo que no podían cuidarme por las tardes por lo que decidieron
inscribirme a clases vespertinas, ellos me dijeron que eligiera 2, una
artística y una deportiva pero a mi tan corta edad yo sabía que no me
gustaban los deportes y que lo que más amaba hacer en el mundo era
bailar, por lo que los convencí de meterme a ballet y jazz.

A los 11 años decidí que quería ser una bailarina profesional por lo
que le pedí a mi mamá entrar a una academia profesional, ella me
llevó a una de las academias más reconocidas en
Guadalajara. En esa academia me hicieron ver que yo no tenía las
cualidades de una bailarina ya que no tenía rotación, flexibilidad, y tenía mala postura. En ese lugar no se fijaban en la actitud y esfuerzo
de cada persona sino en las aptitudes que poseían.
Estuve casi un año siendo ignorada, por lo que me
decepcioné mucho de la danza en general, al punto de querer dejarla. Mi mamá me dijo que le diera otra oportunidad en otra escuela
y entré a la academia de Yesica Monroy. Cuando llegué estaban
preparando una función y faltaba poco para ella, pero aun así la
maestra me dio la oportunidad de participar en ella aunque fuera poco, lo
que baile en esa ocasión lo disfruté enormemente.

Desde ese entonces no he podido dejar de bailar, cada día me gusta
más hacerlo, con el tiempo he trabajado duro para mejorar y es muy
difícil, ya que hay niñas que por naturaleza tienen facilidad para ello,
pero sé que día con día consigo mejorar más

El año pasado participé en el concurso “Musas de la Danza” al ser uno
de mis primeros concursos estaba muy nerviosa, y debido a cuestión
de maquillaje, llegué 10 minutos antes al escenario y no tuve tiempo de
relajarme antes de bailar, durante mi coreografía estuve muy nerviosa
y todo el tiempo estuve pensando en otras cosas menos en lo que es
importante, disfrutar haciendo lo que me gusta.
Gracias a este concurso me di cuenta que tengo un gran problema
para manejar el estrés y la presión, durante todo un año trabajé en mi
manejo del estrés, y mantener la calma ante la presión.

Este año volví a ir a este concurso, y regresé mucho más segura de mi
misma, y esta vez en especial tuve la oportunidad de tener mi primer
solo de contemporáneo, para este, mi maestra y yo solo tuvimos dos
semanas para prepararlo pero creo que hicimos un increíble trabajo ya
que era una coreografía que estaba hecha especialmente para mi
personalidad.
Durante las clases magistrales que tuve, me encontré con un maestro
y juez que estuvo el año anterior y me reconoció, me dijo que del año
anterior a este había mejorado mucho en cuanto a técnica y actitud. Y que mi coreografía de contemporáneo le había gustado mucho y lo había sorprendido.

Gracias a todas estas experiencia me he podido dar cuenta que lo que
realmente importa es la actitud con la que tomes las cosas, si yo me
hubiera dado por vencida cuando no me tomaron en cuenta, no estaría
donde estoy ahora. Espero poder seguir bailado el resto de mi vida, ya
que es lo que me gusta y lo que más amo hacer en el mundo.

Por Dalia Ihnelli Balboa